La Sábana Santa es el admirable documento que detalla, con rigor científico, la extrema crueldad con que los hombres golpeamos a Jesús en la Pasión. La Sábana Santa es también un excelente "libro" de espiritualidad, en donde el alma puede meditar, en todo momento, sobre la inmensidad del Amor de Cristo Jesús y cuánto le costó el habernos amado.

jueves, 27 de diciembre de 2012

La herida abierta del costado, producida por la lanzada


Llama la atención en el hombre de la Síndone el hecho de que no le rompieran las piernas, como era lo corriente. No pudiendo deberse esto a una muerte retardada y por extenuación, dada la ausencia de sedile, hay que concluir que este crucificado murió prematuramente, antes del tiempo en que se solía ejecutar el 'golpe de gracia' (rotura de las piernas). La extremada dureza de la ejecución, con la durísima flagelación sistemática precedente, el casco de espinas, las caídas camino del suplicio, la crucifixión con clavos en la muñeca y ausencia de cuerdas avalan esta suposición.
El llamado 'golpe de gracia' (rotura de piernas) era un modo corriente de acelerar la muerte de los crucificados.
[Fotograma de la película de Mel Gibson 'The Passion of the Christ']
En cambio, le abrieron el costado derecho con una lanza. Dice el Dr. Barbet: "La razón de esta lanzada propinada extrañamente a un cadáver es que el cuerpo del ajusticiado debía haber sido legalmente entregado a la familia por el juez. Pero el verdugo no lo podía entregar sin haberse antes cerciorado de su muerte y, si era preciso, provocarla con una lanzada que le abriera el corazón. Este gesto, que nos parece extraño, no es más que la ejecución de un reglamento militar". Aunque el crucificado, pues, estuviera ya muerto, y precisamente por estarlo no se le quebraran las piernas, quiso el verdugo practicar esta cautela.
Continúa el Dr. Barbet: "La lanza se introdujo por el quinto espacio intercostal deslizándose por encima de la sexta costilla, atravesó la pleura y el pulmón y alcanzó la aurícula derecha del corazón". De ahí la abundante sangre y suero que salió de la herida ("La aurícula derecha... está siempre en los cadáveres recientes, rellena de sangre líquida").

La lanza entró por el quinto espacio intercostal de derecho.
Efectivamente, sobre el costado derecho del hombre de la Síndone aparece clara una herida oval de 4'4 cm de larga por 1'4 cm de ancha. Esta herida ha sido causada por un instrumento de punta con dos aletas laterales cortantes, es decir, por una lanza. De ahí la forma elíptica de la herida. La sangre ha fluido hacia abajo y hacia la espalda, indicando con este segundo reguero cuándo el cuerpo fue colocado en posición horizontal.

Detalle del negativo frontal de la Síndone y del óleo 'Resurrección' de Fco. Trigueros a partir de la Síndone.
Véase la herida causada por la lanza en el costado derecho.
Todas las autoridades médicas están de acuerdo en que esta herida fue realizada después de muerto, juzgando la escasa cantidad de sangre emitida, la separación entre el coágulo y el líquido seroso, la carencia de hinchazón y el color y viscosidad de la sangre.
La sangre de esta colada es, por tanto, claramente postmortal, densa y oscura, y se deslizó por su propio peso, puesto que habían cesado ya con la muerte los latidos del corazón. Los grumos de sangre aparecen como aureolados por líquido seroso. Dice el Dr. Barbet: "La sangre, pues, proviene naturalmente del corazón y no puede venir, en tal cantidad, más que de allí".
Sin embargo, son varias las hipótesis para determinar el origen de esta sangre y líquido seroso:                       
  • Fluido pericardial (Judica, Barbet).
  • Fluido de la cavidad pleural (Moedder).
  • Fluido seroso acompañado de sangre de la cavidad pleural (Sava, Bucklin).
Por otra parte, el Dr. Barbet cree que la cruz debería ser baja, de unos dos metros de altura como máximo. Bastaba, pues, que un soldado de a pie levantara el brazo en posición de ataque para poder infligir tal lanzada.

Asestar un golpe de espada en el costado derecho debía ser una táctica conocida en la guerra, de acuerdo a lo que podemos observar en la famosísima escultura del Gálata Moribundo, que se conserva en los Museos Capitolinos (Roma). Parece ser que se trata de una copia romana a partir de un original elaborado en Pérgamo en el s. III a. C. y hoy desaparecido.

PARA SABER MÁS...
Fisiopatología de la muerte de Jesucristo, por R. D. Camargo.
The corporal passion of Jesus Christ, por Pierre Barbet (A Physician at Calvary, PJ Kenedy & Sons, NY 1953, Chapter XII).
La lanzada en el costado (1), por Carlos Otal (25 de marzo de 2009), de La Sábana y los escépticos.
La lanzada en el costado (2), por Carlos Otal (2 de mayo de 2009), de La Sábana y los escépticos.
La lanzada en el costado (3), por Carlos Otal (3 de junio de 2009), de La Sábana y los escépticos.
[ Los siguientes artículos han sido tomados de shroud.com con la autorización del propietario de los derechos: © Barrie Schwortz ].
The legal and medical aspects of the trial and death of Christ, por Robert Bucklin (1970).
The authentication of the Turin Shroud: an issue in archaeological epistemology, por William Meacham (1983). Traducción literal al español: 1) artículo; 2) comentarios de algunos expertos; y 3) réplica final de W. Meacham.
An autopsy on the man of the Shroud, por Robert Bucklin (1997).
The Shroud of Turin's 'blood' images: blood or paint? A history of science inquiry, por David Ford (2000).

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