De la llaga del costado salieron
dos coladas distintas. Una, la más abundante, es la descrita [ ver La lanzada ]: vertical, sobre el costado derecho
del pecho, formada mientras el cuerpo estaba erecto y pendiente de la cruz.
Pero sobre la imagen dorsal del
lienzo se ve en la base del tórax un importante reguero transversal
de coágulos, bastante ancho, sobre el borde derecho del tronco que
se divide luego en varios reguerillos, hasta alcanzar el borde izquierdo.
Se trata evidentemente de una colada de sangre, como lo delata el color rojizo
de la misma vista a la luz del día. El mismo color carminoso que presenta
la colada vertical de la misma herida, en el costado derecho y el mismo que
el reguero de la frente en forma de 3 y el de la muñeca izquierda.
Su origen es claro. Mientras estuvo
el cuerpo erecto sobre la cruz se vació, por la herida del costado,
la aurícula derecha y la vena cava superior que en ella desemboca.
Pero al poner el cuerpo en posición supina pudo irse vaciando por la
misma aurícula la vena cava inferior que había quedado completamente
llena de sangre sobre la cruz. Resbalando, pues, esta sangre de la herida
transversalmente por el costado derecho hasta la espalda, formó allí
esos reguerillos de coágulos. El cuerpo, seguramente, fue trasladado
con los brazos todavía clavados en el patibulum y en
posición supina. El cuerpo estaría rígido (rigor mortis).
Por ello era natural que la sangre proveniente de la herida del costado resbalase
por la espalda en forma de reguerillos, según los movimientos que los
portadores transmitína al cadáver.
Éstos son los reguerillos que brotaron de la herida del costado en el descendimiento y traslado Tradicionalmente, se ha representado así la escena del descendimiento de Jesús crucificado, sin embargo, el cuerpo, al parecer, fue descendido de la cruz y trasladado con los brazos todavía clavados en el patibulum |
jueves, 27 de diciembre de 2012
El descenso de la Cruz y la sepultura
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