La Sábana Santa es el admirable documento que detalla, con rigor científico, la extrema crueldad con que los hombres golpeamos a Jesús en la Pasión. La Sábana Santa es también un excelente "libro" de espiritualidad, en donde el alma puede meditar, en todo momento, sobre la inmensidad del Amor de Cristo Jesús y cuánto le costó el habernos amado.

lunes, 14 de abril de 2014

El Santo Sudario es un memorial de la Pasión

Sábana Santa

« Hija mía, cada vez que el alma piensa en mi Pasión, se acuerda de lo que sufrí, o me compadece, se renueva en ella la aplicación de mis penas, surge mi Sangre para inundarla y mis llagas se ponen en camino para sanarla si está llagada o para embellecerla si está sana, y todos mis méritos también, para enriquecerla.
El negocio que hace es sorprendente, es como si pusiera en un banco todo lo que yo hice y sufrí y ganara el doble. Así que, todo lo que yo hice y sufrí está en acto continuo de darse al hombre, así como el sol está en acto continuo de dar luz y calor a la tierra. Lo que yo hice no está sujeto a agotarse; basta que el alma quiera y cuantas veces quiera recibirá el fruto de mi vida; de manera que si se recuerda veinte, cien o mil veces de mi Pasión, tantas veces gozará de sus efectos. Pero, ¡qué pocos son los que hacen tesoro de ella! A pesar de todo el bien que contiene mi pasión se ven almas débiles, ciegas, sordas, mudas, cojas, cadáveres vivientes que dan asco. ¿Y por qué? Porque se han olvidado de mi Pasión. Mis penas, mis llagas, mi sangre son fortaleza que quita las debilidades, son luz que les da la vista a los ciegos, son lengua que desata las lenguas y que abre los oídos, son camino que endereza a los cojos, son vida que resucita a los muertos.
Todos los remedios que la humanidad necesita se encuentran en mi vida y en mi pasión, pero las criaturas desprecian la medicina y no se preocupan de los remedios, por eso se ve que a pesar de todos los bienes encerrados en mi redención, el hombre perece en su estado como afectado por una enfermedad incurable; pero lo que más me duele es ver a personas religiosas que se fatigan por la adquisición de doctrinas, de especulaciones, de historias, pero de mi pasión nada, de manera que mi Pasión muchas veces está lejos de las iglesias, de la boca de los sacerdotes, por lo que sus palabras no infunden luz, de manera que los pueblos se quedan en ayunas más que antes. » (Mensaje de Jesucristo a través de la sierva de Dios Luisa Piccarretta, 21/10/1921)

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